DOLMENES EN LA DEHESA BOYAL
Comenzó la segunda fase del parque temático arqueológico de la Dehesa Boyal.
Dirige el proyecto María Luisa Ruiz-Gálvez, profesora de la Universidad Complutense.
FLORENCIO GARRIDO
MONTEHERMOSO.
Se ha iniciado recientemente la segunda fase de trabajos que culminarán con la construcción en la Dehesa Boyal de un parque temático-arqueológico. El proyecto está dirigido por María Luisa Ruiz-Gálvez, profesora titular del Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense madrileña, que cuenta con la colaboración de dos jóvenes técnicos, Sebastián Pintos y Lois Ladra, además de grupos de estudiantes que irán turnándose cada quince días.
Restaurados el verano pasado uno de los dólmenes y distintas construcciones ganaderas, de la veintena de estos posibles monumentos megalíticos se han seleccionado los denominados “Montehermoso VIII” o de “Las Colmenas” y el “Montehermoso XI”. El primero, con un diámetro en la cámara superior a los seis metros y una decena de ortostatos en deteriorados anillos concéntricos, es el mayor, mientras que el segundo, según nos ha manifestado la directora del proyecto, a pesar de que aparecen visibles menos ortostatos, puede haber sufrido menores expolios y ser el mejor conservado.
El plan de trabajo diseñado contempla la limpieza de la maleza del entorno y planimetría, actividades que en estos momentos les ocupa. Posteriormente se procederá a una minuciosa excavación, restauración, señalización y ubicación temporal de objetos hallados, así como la obtención definitiva de conclusiones sobre actividades y costumbres, clima, flora y demás elementos naturales de la época.
Fases del proyecto
Esta segunda fase del proyecto tiene dos partes. La primera comprende julio y agosto y en ella se terminarán las excavaciones. La segunda ocupará principalmente el mes de septiembre y estará dedicada de modo especial a la restauración y a completar el inventario.
Por último, a finales de año, todo el itinerario estará dotado de carteles informativos que desarrollarán el tema monográfico “La Dehesa” desde la Prehistoria hasta nuestros días. Un profundo estudio del uso de este ecosistema, cómo se ha ido formando ese paisaje de la mano del hombre con un aprovechamiento óptimo de todos sus recursos y su evolución histórica siempre unida al medio de vida ganadero, tan fundamental para los pobladores de esta tierra.
El ecoitinerario que recorrerá el parque temático-arqueológico conllevará también una información complementaria, ya que se prevé la edición de folletos en tres idiomas: portugués, inglés y español.
En cuanto a los estudios realizados y análisis de los restos obtenidos en la primera fase, aún no se ha recibido toda la información de los laboratorios holandeses donde se enviaron.
No obstante, la directora ya maneja ciertos datos de análisis de polen y, a la espera de la llegada de los de las semillas, nos ha adelantado la existencia “probable” de una mayor pluviosidad con un bosque más denso y presencia numerosa del roble (planta hidrófila). Asimismo nos ha confirmado la antigüedad de los dólmenes que rondaría los 4.000 años antes de Cristo, unos 6.000 años hasta el presente momento.
Noticia extraída del diario HOY.
Julio de 2000
Dirige el proyecto María Luisa Ruiz-Gálvez, profesora de la Universidad Complutense.
FLORENCIO GARRIDO
MONTEHERMOSO.
Se ha iniciado recientemente la segunda fase de trabajos que culminarán con la construcción en la Dehesa Boyal de un parque temático-arqueológico. El proyecto está dirigido por María Luisa Ruiz-Gálvez, profesora titular del Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense madrileña, que cuenta con la colaboración de dos jóvenes técnicos, Sebastián Pintos y Lois Ladra, además de grupos de estudiantes que irán turnándose cada quince días.Restaurados el verano pasado uno de los dólmenes y distintas construcciones ganaderas, de la veintena de estos posibles monumentos megalíticos se han seleccionado los denominados “Montehermoso VIII” o de “Las Colmenas” y el “Montehermoso XI”. El primero, con un diámetro en la cámara superior a los seis metros y una decena de ortostatos en deteriorados anillos concéntricos, es el mayor, mientras que el segundo, según nos ha manifestado la directora del proyecto, a pesar de que aparecen visibles menos ortostatos, puede haber sufrido menores expolios y ser el mejor conservado.
El plan de trabajo diseñado contempla la limpieza de la maleza del entorno y planimetría, actividades que en estos momentos les ocupa. Posteriormente se procederá a una minuciosa excavación, restauración, señalización y ubicación temporal de objetos hallados, así como la obtención definitiva de conclusiones sobre actividades y costumbres, clima, flora y demás elementos naturales de la época.
Fases del proyecto
Esta segunda fase del proyecto tiene dos partes. La primera comprende julio y agosto y en ella se terminarán las excavaciones. La segunda ocupará principalmente el mes de septiembre y estará dedicada de modo especial a la restauración y a completar el inventario.
Por último, a finales de año, todo el itinerario estará dotado de carteles informativos que desarrollarán el tema monográfico “La Dehesa” desde la Prehistoria hasta nuestros días. Un profundo estudio del uso de este ecosistema, cómo se ha ido formando ese paisaje de la mano del hombre con un aprovechamiento óptimo de todos sus recursos y su evolución histórica siempre unida al medio de vida ganadero, tan fundamental para los pobladores de esta tierra.
El ecoitinerario que recorrerá el parque temático-arqueológico conllevará también una información complementaria, ya que se prevé la edición de folletos en tres idiomas: portugués, inglés y español.
En cuanto a los estudios realizados y análisis de los restos obtenidos en la primera fase, aún no se ha recibido toda la información de los laboratorios holandeses donde se enviaron.
No obstante, la directora ya maneja ciertos datos de análisis de polen y, a la espera de la llegada de los de las semillas, nos ha adelantado la existencia “probable” de una mayor pluviosidad con un bosque más denso y presencia numerosa del roble (planta hidrófila). Asimismo nos ha confirmado la antigüedad de los dólmenes que rondaría los 4.000 años antes de Cristo, unos 6.000 años hasta el presente momento.
Noticia extraída del diario HOY.
Julio de 2000
